08 Jul
Realmente no se trata de justicia
Visto 472 veces
Valora este artículo
(0 votos)

Nada es inocente ni casual en la dictadura. Maduro ya designó la Comisión especial para reformular el sistema de justicia. ¿Qué necesita cambiar si ya tiene todo el control, si la justicia no es tema de interés ni obstáculo para el régimen?

Dos versiones no contradictorias corren en los pasillos del TSJ. La primera apunta al castigo al presidente del máximo tribunal Maikel Moreno quien ha tomado el sistema de justicia con bandas delictivas que extorsionan sin límites. Y si bien eso no es un problema para un régimen que se sostiene sobre sus socios del crimen organizado, hay un elemento clave que lleva a la segunda versión. Tiene que ver con la constante preocupación de Maduro por la investigación de la Corte Penal Internacional. Todas las averiguaciones que hagan comisiones que incidan en esa instancia, como la oficina de la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, lo hacen temblar. Y Miraflores maneja la información de que va muy avanzada una investigación cuya parte más gruesa profundiza en todo el sistema de justicia y su participación en la represión, la persecución por razones políticas y en el desmontaje institucional. Maduro sabe que ese documento indefectiblemente irá a manos del nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional Karim Khan.

Algunos han llegado a especular que la cabeza de Maikel Moreno puede ser mostrada como un buen gesto de sacrificio ante los entes internacionales de justicia. Sin embargo el problema no es solo sacar a Maikel, lo difícil es desmontar el poderoso aparataje delictivo en el que casi todos los jueces son incondicionales del presidente del TSJ.

Parecía lejano el día en que Maduro ejecutara la venganza contra Maikel Moreno (su compadre) y Vladimir Padrino López por haber conspirado para el 30 de abril. Sacar a Maikel a través de la Comisión, es una manera de Maduro salir de él sin ensuciarse las manos. Deja a otros enfrentar a Maikel.

Lo cierto es que para el régimen se ha convertido en un asunto vital poder decir: estamos haciendo algo por el sistema independiente de justicia y para arreglar el entuerto y recomponer al malandraje.

Detrás de ese andamiaje hay muchísimo dinero. Desde operaciones ilícitas legitimadas hasta el traslado de presos.

Muchos se preguntan si esta decisión afectaría a Raúl Gorrín y la respuesta es no. La relación de Gorrín es directa con la familia presidencial. Alguien decía que muchas hermandades se han construido sobre la base de los crímenes compartidos.

Para presidir la Comisión fue designado Diosdado Cabello, pero es obvio que quien tomará las decisiones será Cilia Flores quien siempre ha apoyado a Maikel, en cambio Diosdado no, nunca ha confiado en él. Lourdes Suárez Anderson, tercer miembro, es vista como una figura decorativa.

La Comisión también es una manera de legitimar la supuesta buena voluntad de autonomía. “Es la Comisión quien toma las decisiones, no yo”, dirá Maduro.